Los ingenieros navales consideran que están capacitados para participar en el nuevo mundo industrial que se abre con la energía eólica marina y maremotriz.
Por este motivo, el colegio profesional de España ha creado un grupo de trabajo para diseñar su estrategia.
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Porque, explicó, «las primeras plataformas petrolíferas en el mar estaban a poca profundidad, entonces no se veía necesaria la participación de los ingenieros navales, pero a medida que se perforó a mayores calados sí fuimos requeridos».
En el sector eólico marino ocurrirá lo mismo. «En todos los temas de fondeo de unidades off-shore la ingeniería naval tuvo mucho que decir», añade. En la actualidad los campos eólicos marinos se instalan todavía a diez o veinte metros de calado, pero a medio plazo no se descartan otros con ingeniería más compleja. «La idea es contar con todos», Las olas, otra alternativa
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Igualmente en materia maremotriz, es decir, la energía extraída de la fuerza de las olas. en esta materia, los ingenieros y las escuelas técnicas del País Vasco, Portugal y ahora Galicia están ya involucrados.
«Parecía imposible no hace tanto tiempo lo que ocurrió un día reciente, que cerca del 60% de la energía que se consumió en España procedía de parques eólicos», insiste De Bartolomé.
«No obstante todo tiene sus costes, tanto en el fondeo o anclaje tanto de los aerogeneradores como la maremotriz, o el envío a tierra de la energía producida, y su almacenaje», dice también. El objetivo, en todo caso, es «abrir nuevos frentes, tocar de todo». Porque en el futuro, se trata de que cada país se abastezca de un mix , una combinación de petroleo, gas, eólica, maremotriz y solar.
«Porque es muy difícil que un país pueda autoabastecerse de energías propias, salvo contadísimas excepciones», sugiere.
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A los técnicos les corresponde buscar los diseños de las máquinas de generación con menor coste e impacto. Por eso estima que a medida que el petróleo y el gas sean más escasos son las otras alternativas energéticas las que tienen su campo.
http://www.lavozdegalicia.es/ferrol/2009/11/10/0003_8096607.
